“La certificación en estándares de Igualdad de género que acaba de obtener la Universidad del Programas de Naciones Unidas para el Desarrollo, es sin duda un importante logro que nos convoca a continuar desarrollando políticas y medidas de igualdad de género en todos los ámbitos del quehacer de la Universidad, por ello esta segunda fase que estamos iniciando, significa profundizar, consolidar y ampliar las acciones desarrolladas en la primera fase”, señaló Carmen Andrade, Directora de la Dirección de Igualdad de Género en un encuentro con el Comité Ejecutivo de la certificación, sostenido este jueves 2 de mayo.
Durante la primera etapa para alcanzar la certificación –otorgada formalmente el 8 de marzo del 2020 en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer- cada unidad participante realizó un autodiagnóstico sobre las desigualdades de género existentes, a partir de los cuales se elaboraron planes de acción para abordarlas, y transversalizar la perspectiva de género en el modelo educativo, la formación docente, el desarrollo académico, las prácticas laborales, las actividades de extensión y comunicaciones, entre otros aspectos.
Juan Carlos Gimeno, coordinador Subrogante de la Unidad de Investigación Especializada en Acoso Sexual, Acoso Laboral y Discriminación Arbitraria de la Dirección Jurídica, señaló que ese primer momento “nos permitió hacer un diagnóstico sobre cuál era la realidad del funcionamiento de nuestra unidad. Esto es relevante porque en general, la Universidad ha tenido un trabajo difícil para enfrentar de manera adecuada el acoso sexual y la violencia de género, desde el punto de vista preventivo y sancionatorio, y espero que en la segunda fase se puedan perfeccionar aún más las herramientas para enfrentar estos fenómenos”.
Luego de este trabajo, la Dirección de Igualdad de Género realizó ajustes a los estándares de igualdad planteados inicialmente, para cada una de las ocho dimensiones que se intervinieron: investigación, formación, docencia y aprendizaje; investigación, desarrollo, creación e innovación artística; comunicación, extensión y vinculación con el medio; participación y representación en la academia; género y trabajo; acoso sexual y violencia de género; corresponsabilidad social en el cuidado e institucionalización de género.
Iniciando una segunda etapa
Esta propuesta fue presentada el jueves 2 de junio al Comité Ejecutivo, oportunidad en que se revisaron las orientaciones técnicas y el diseño del modelo, para validarlo y realizar las adecuaciones necesarias, con el fin de implementarlo en cada unidad, según su propia realidad y particularidades.
“En esta segunda etapa se muestra que avanzar en la transversalización de género, nos interpela a ponernos de acuerdo en un lenguaje común, a tocar temas y hacer transformaciones que son estructurales, en lo normativo y en cómo se involucran las autoridades en este tema, sobre todo las Vicerrectorías, y a hacer sinergia del proceso en los distintos niveles”, destacó Viviana Sobrero, jefa de Gestión de la Formación del Departamento de Pregrado de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos (VAA).
En esta misma línea, Claudio Olea, director de Desarrollo Académico de la VAA, se refirió a que “este proceso tiene que ser institucionalizado en las facultades, lo que revierte algunas complicaciones producto de las diferentes idiosincrasias de las unidades académicas, pero que sin embargo debe realizarse y ser progresivo. Tienen que haber mínimos comunes en cuanto a lenguaje y políticas, y también respetarse las perspectivas que tiene cada facultad y sus intereses en este ámbito”.
La Dirección de Igualdad de Género de la Universidad, está realizando esta validación de estándares de forma conjunta con el Comité Ejecutivo de la Comisión de Género del CRUCH, con el objeto de compartir este Sello y ponerlo a disposición de todas las universidades del país, para que puedan avanzar en la transversalización de la igualdad de género.
Finalmente, la coordinadora de Transversalización e Institucionalización de Género de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Valentina Medel, indicó que “la primera fase instaló los procesos para conducirnos hacia la igualdad de género, y en esta segunda etapa esperamos consolidar las metas que instalamos. Una especialmente desafiante para nuestra Facultad, es la instalación de la competencia genérica de igualdad de género y no discriminación arbitraria, donde estamos trabajando con los distintos departamentos en cómo generamos actividades curriculares que tributen a esta competencia de igualdad de género y no discriminación”.
Cabe recordar que el proceso de certificación del Sello Genera Igualdad comenzó en el año 2019, cuando la Universidad suscribió un convenio de colaboración con el Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) para certificarse en estándares de Igualdad de Género, siendo la primera institución de educación superior de Latinoamérica en obtenerla, en marzo del presente año.
Actualmente, el Comité Ejecutivo está compuesto por las vicerrectorías de Asuntos Académicos; de Asuntos Económicos y Gestión Institucional; de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios; de Extensión y Comunicaciones; y de Investigación, Desarrollo y Creación Artística; además de las facultades de Ciencias Sociales y de Ciencias Físicas y Matemáticas. En esta segunda fase, se espera la incorporación de las facultades de Medicina, Derecho, Arquitectura y Urbanismo, Economía y Negocios y Filosofía y Humanidades.
Texto: Bárbara Paulsen.
Fotografías: Archivo DIGEN.